Guía para Navegar el Dolor en Festividades

Esta época del año es una de las más vulnerables y sensibles, y más cuando estamos pasando por un proceso de duelo. La nostalgia, la añoranza están muy presentes durante estos días y estas fechas tan señaladas. Es la época en la que la ausencia es más evidente que nunca, ya que alrededor de la mesa hay una silla vacía.

  • Reflexionar sobre la Navidad

Entonces, ¿cuál es el sentido de “celebrar” la Navidad? Muchas personas en duelo comentan que “prefieren” encerrarse en un agujero o hacer un viaje hasta que las fiestas hayan pasado. Es ese momento en el que a muchas personas les gustaría dormir y despertarse una vez hayan pasado los días. Estos días se reabren muchas de las heridas que guardamos en nuestro corazón, que silenciamos y no expresamos.

En definitiva, las personas que pasan por un proceso de duelo y se acerca la Navidad es normal y natural que:

  • te sientas sobrepasado,
  • te preguntes qué harás esta Navidad,
  • estés enfadadx o enojadx,
  • sientas rabia,
  • te moleste todo (las canciones de Navidad, las luces, las personas por la calle, los regalos),
  • aparezca el sentimiento de no querer “arruinar” las fiestas a ningún ser querido y no saber qué hacer
  • Estos pensamientos invaden tu mente y te preguntas cómo vas a resistir durante estos días. Me gustaría recordarte en este momento que estos días se acaban y no duran para siempre, aunque cuando estamos en duelo parece que duren una eternidad.
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  • Experiencias de personas en duelo

¿Qué han hecho las personas que han pasado por un duelo durante estos días?

Según la experiencia de algunas personas, encontraremos alguna herramienta que a ellas en esos momentos les fue útil.

    • Han suprimido la Navidad, no organizando nada para que el recuerdo no sea tan intenso. Organizando un viaje, a un sitio lejano o algo diferente de lo que hacían antes. Para apartarse de las personas que les conocen, de los amigos, de la familia extensa. Irse, huir no alivia el dolor, pero ayuda a evitar situaciones que nos llevan a emociones intensas. El otro lugar, o la otra manera de hacer, ayudan a distraernos en uno de los momentos más sensibles y vulnerables. Esta opción puede ayudar, aunque vayas donde vayas el dolor y el sufrimiento te acompañan.
    • Posponer la Navidad año tras año sin celebrarla, esta acción se puede convertir en un hábito de evitación.
    • No irse, no huir y hacer lo de siempre con el intento de imaginar que nada ha pasado. Hacerse el fuerte e intentar no hablar de ello, intentar no mencionar el dolor. El esfuerzo que hacemos para esconder el dolor y controlarlo nos hace ponernos la máscara de que “lo llevamos bien”. El dolor con esta decisión se vive muy en soledad y negando todo lo que tiene que ver con la parte emocional.

En algún momento del proceso de duelo pueden ser necesarias, útiles y nos pueden salvar estás herramientas o maneras de hacer durante los días señalados. Digo en algún momento, ya que si se convierten en un hábito, ¿cuándo atendemos nuestra herida por el duelo, cuándo reparamos la relación con nosotros mismos y con los demás seres queridos?

  • La Navidad hoy, en este momento de tu vida

Entonces, ¿qué podemos hacer?

A continuación facilito una manera de hacer y estrategias que te pueden ser útiles para estos días. Utiliza todo lo que te pueda servir de estas líneas, adaptar o dejar todo lo que no es adecuado para ti o para tu familia. Eres únicx, por lo tanto, eres la persona más indicada para adaptar y construir la Navidad a tu manera, teniendo en cuenta que quieres hacer, cómo y con quién.

      • Construir una nueva Navidad, ya que nunca la Navidad volverá a ser lo mismo. Construir una Navidad distinta, que sea una Navidad integradora, teniendo en cuenta la situación en la que nos encontramos. Podemos mantener todo lo que nos hace bien y eliminar todo lo que nos daña
  • Planificar con antelación 

Que la Navidad no te pille de lleno sin haber pensado u organizado como quieres hacerlo estos días. Al tener los días planificados nos da la sensación de control, de estructura, de que nosotrxs decidimos que haremos estos días. El plan lo puedes cambiar en el momento que desees y consideres necesario. No dejar que el día te controle a ti, sino que tú controles ese día.

Puedes diseñar diferentes planes: A, B, C … En el último momento, puedes decidir qué es lo mejor para ti y que quieres hacer.

Hacer una reunión familiar antes de que lleguen las fechas de Navidad, en la que todxs puedan compartir qué quieren hacer en estas fechas. Con unas normas para que todxs puedan expresarse sin que nadie les interrumpa.

Dando un tiempo para que cada persona hable, 5 minutos, por ejemplo.

Dar permiso a tus seres queridos para que se sientan cómodos a través de tus palabras, expresando el porqué de la reunión. Reconocer y compartir lo que sientes para romper con esa barrera de protegernos y proteger a los demás. Romper el tabú del dolor y de lo emocional.

Compartir las necesidades para unirnos más y que el silencio y el sufrimiento nos una y no nos separen.

    • Hablar de los rituales y las tradiciones de estas fechas y comentar los que queréis mantener y los que no. Repasar cada ritual de esos días, desde el 24/12 por la noche hasta el 1/01 o el 06/01. Que cada uno exprese si quiere mantener el ritual tal cual, si quiere que sea diferente o le gustaría suprimirlo.

Hablar también del ritual en el que os gustaría hacer presente el ser querido fallecido. Tener planeado en qué momento recordamos y tenemos presente al ser querido ayuda a que la intensidad de la emoción no sea tan elevada.

Moldear la Navidad, darle una forma distinta, adecuada al momento presente, nos permite respetar nuestras emociones y de los demás.

    • Buscar la manera simbólica de recordar al ser querido. Crear un espacio, proponer ir al cementerio (los que quieran ir), un pequeño ritual antes de comer (parando, poniendo atención, contando una anécdota, leyendo un texto escrito por lxs niñxs, lxs adolescentes). Hacer que participen los que quieran participar, dejar que la creatividad se exprese a través del amor por el ser querido.

Marcar de manera clara los momentos en los que se hable o se recuerde al ser querido. Recordar que es voluntario, que las personas, que por la razón que sea, no quieren participar o no pueden hay que respetarlo.

    • Recordar lo mucho que le echáis de menos, que os encantaría, que estuviera con nosotrxs, agradecer la vida vivida juntos, el amor, el cariño que os ha dado. Compartir una anécdota o algo que sucedió en algún momento y recordáis con mucho cariño.

Hay que tener en cuenta que puede ser que alguien se desborde emocionalmente y hay que acompañarle dándole la mano o un abrazo, respetando su emoción y manera de expresarse. Consolarse mutuamente.

El dolor compartido nos hace sentirnos conectados con los demás.

Es importante hablar de las actividades que se harán con lxs pequeñxs de la familia, incorporarlos en los rituales, ya que los referentes para afrontar las crisis de la vida son los adultos. Por lo tanto, si los adultos hacen como si nada, rechazan sus emociones, silencian su dolor, lxs niñxs aprenderán que esa es la manera “correcta” de hacerlo.

    • Planificar momentos de descanso, momentos en silencio para estar contigo mismx, ya que pasar por duelo es agotador y la energía se consume muy rápidamente. Si necesitas dormir un rato, dar un paseo por la naturaleza, hacer un poco de deporte, todo lo que a ti te haga descansar un poco.

Si el duelo es reciente no tengas prisa en estar bien, todo requiere su tiempo y el duelo también. No quieras correr, sé que hay días muy difíciles y dolorosos.

Al principio con sobrevivir el día a día ya es un reto.

    • Estar en el presente, ayuda un poco, recuerda que la Navidad solo son unos días y que sobrevivirás. Cuidarás de ti mismx y respetarás tus emociones.
    • Tener una puerta de escape por si las cosas se ponen difíciles, avisar de que si en algún momento te sientes mal te irás sin despedirte.
    • Es bueno esforzarse y probar y también es bueno cambiar de opinión y cuidarse si así lo necesitas.
    • Pueden aparecer recuerdos que menos te esperas y que tocan tu corazón como una clavada honda. Lo que puede ayudar es abrir tu corazón y compartir lo que te está pasando. El dolor que sientes es el amor que sentías por tu ser querido.
    • Simplificar las obligaciones, no hacer lo que no te veas capaz. Intentar no ser muy exigente contigo en estos momentos.

Haz que esta Navidad sea la Navidad que construyas con relación al momento presente, a lo que tú sientes y necesitas. Adaptarnos a cada momento nos permite respetar nuestras emociones, nuestros sentimientos y al mismo tiempo respetar a los demás.

¡Que el dolor nos reúna y no nos separe!

Texto inspirado en la conferencia de Alba Payàs Puigarnau. Ver Conferencia

 

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