Contenido del curso
Autoconocerse
En este apartado te mostraré cómo identificar fortalezas, debilidades, creencias limitantes y valores personales, proporcionando herramientas para vivir en armonía uno/a mismo/a y tomar decisiones conscientes.
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Conocerse para Reconocerse
Vamos a aborda la importancia del autoconocimiento y cómo enfrentar nuestras creencias y valores. Dejaré una actividad para conocernos mejor y tratar nuestras heridas emocionales con compasión y honestidad, siendo conscientes de que somos un conjunto de todas nuestras partes.
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Creencias
Las creencias moldean nuestra vida y pueden limitarnos. Formadas en la infancia pueden ser influenciadas externamente. Es importante analizar y actualizar nuestras creencias para vivir coherentemente.
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Valores
Los valores guían nuestro comportamiento y se forman en la infancia. Impactan nuestras decisiones, relaciones y satisfacción en la vida. Conocer nuestros valores nos brinda claridad y libertad para satisfacer nuestras necesidades.
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Autoconocimiento
Acerca de las clases

¿Qué son las Creencias Limitantes?

(Hal Elrod) – Los dichos forman parte de las creencias. Dicen que la miseria ama la compañía, pero también la mediocridad. No permitas que las creencias limitantes de OTROS limiten lo que es posible para ti.

Un cambio en una parte del sistema genera un cambio en el resto, es decir si cambiamos una creencias notaremos un cambio en el pensamiento, en la conducta, en la emoción, en los valores, en nuestras capacidades, en la identidad y en lo transpersonal.

Para que los cambios perduren en el tiempo hay que generarlos profundamente, yendo a las creencias, ya que estas se forman y se generan en la infancia.

Las creencias tienen el poder, o las hemos hecho poderosas inconscientemente, tanto para acompañarnos a lograr nuestras metas como para limitarnos y bloquearnos nuestro crecimiento personal.

A continuación te listo unos ejemplos de creencias limitantes:

  • No puedo hacerlo.
  • No soy lo suficientemente bueno/a.
  • No tengo suficiente experiencia o conocimientos.
  • No merezco tener éxito.
  • Siempre he sido así, no puedo cambiar.
  • Es imposible conseguirlo.
  • No puedo hacerlo solo/a, necesito a alguien más para tener éxito.
  • Tengo miedo al rechazo o al fracaso.
  • No tengo los recursos necesarios para hacerlo.
  • No hay suficientes oportunidades para mí.
  • No soy lo suficientemente bueno/a para merecer amor.
  • No soy lo suficientemente inteligente para hacer algo.
  • Soy un fracaso si cometo errores.
  • No merezco tener éxito financiero.
  • No puedo hacer nada bien.
  • No tengo control sobre mi vida.
  • No merezco ser feliz.
  • No soy lo suficientemente atractivo/a para tener éxito en ciertas áreas.
  • No puedo hacer algo que va en contra de las expectativas o normas sociales.
  • Soy demasiado viejo/a para empezar algo nuevo.

(Henry Ford) – Si crees que puedes, estás en lo cierto. Si crees que no puedes, también estás en lo cierto

Las creencias limitantes actúan como ciertas si les damos ese poder. Para poder conseguir nuestras metas, nuestros objetivos, es necesario creer que esas metas son posibles, que somos capaces y que nos merecemos conseguirlas. Para identificar nuestras creencias necesitamos ponerles palabras, traer a lo consciente lo inconsciente poder cambiarlo y transformarlo. Solo así podrás trabajar sobre ellas y podrás modificarlas en la dirección que necesitas ahora mismo.

Una silueta rodeada de símbolos con connotaciones ideológicas.

Te dejo unas preguntas que te pueden ayudar a localizar creencias limitantes.

  • ¿Cuál es la causa de …?: Se busca identificar la posible fuente de la creencia limitante, puede ser una experiencia pasada, una situación difícil o algún mensaje recibido de otra persona, entre otros posibles orígenes.
  • ¿Qué significa para mi …?: Se busca entender cómo la creencia limitante ha influido en la percepción que se tiene de uno mismo o de alguna situación, así como identificar la importancia que se le ha dado a esta creencia.
  • ¿Qué quiero conseguir con …?: Se busca identificar los objetivos y metas que se tienen en relación con la creencia limitante, y cómo esta creencia puede estar obstaculizando la capacidad de alcanzarlos.
  • ¿Qué cambios habrían sí consigo …?: Se busca identificar los posibles beneficios de cambiar la creencia limitante y cómo podría impactar positivamente en la vida.
  • ¿Quién de mi familia piensa de la misma manera?: Se busca identificar si la creencia limitante ha sido transmitida o compartida por algún miembro de la familia, o si se ha aprendido de manera indirecta a través de las interacciones familiares.
  • ¿Qué estoy ganando si mantengo la creencia?: Se busca identificar los posibles beneficios secundarios que se están obteniendo al mantener la creencia limitante, como evitar el riesgo de fracasar o el hecho de no tener que hacer frente a situaciones difíciles.
  • ¿A qué tengo que renunciar si cambio de creencia?: Se busca identificar los posibles costos de cambiar la creencia limitante, como enfrentarse al miedo al cambio o a la incertidumbre, o sentirse vulnerable ante nuevas situaciones.
  • ¿Qué siento cuando pienso …?: Se busca identificar las emociones asociadas a la creencia limitante, como la tristeza, la ansiedad o la frustración, entre otras.
  • ¿Qué sentiré cuándo piense …?: Se busca identificar cómo se sentirá uno mismo cuando logre superar la creencia limitante y se enfoque en la solución de los problemas o en la consecución de metas.

Existe un proceso natural en el cambio de nuestras creencias, aunque no nos damos cuenta de ello.

A continuación os comparto un ejercicio que aportará claridad en el proceso de cambio de nuestras creencias. Tal como he comentado con anterioridad lo que no se hace consciente no podemos cambiarlo y por lo tanto no podemos hacernos consciente de ello.

El cambio de nuestras propias creencias es posible y muchas veces inevitable, es decir, forma parte del proceso de la vida. Las circunstancias, el momento en el que nos encontramos, las experiencias, el lugar, entre otras, determinan si mantenemos una creencia o la adaptamos al momento presente.

Ejemplo: En la infancia no pensaba mucho en la belleza, con 15 años creía que estar delgada es belleza, con 25 creía que la belleza es mucho más que un cuerpo bonito, con 35 creía que la belleza es la que el alma muestra con cada acto, con 50 años pensaré que la belleza se esconde en cada estación del año y con 65 años pensaré que la belleza son los momentos vividos, las arrugas que tendré.

Infancia 15 Años 25 Años 35 Años 50 Años 65 Años
Belleza
Felicidad
Amor
Muerte
Familia
Estudios
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